LESIONES DEL HOMBRO: IMPINGEMENT SUBACROMIAL / TENDINOPATÍA DEL MANGUITO ROTADOR.
El dolor de hombro es una de las lesiones más frecuentes. Eso es debido a la gran cantidad de movimientos y el rango de los mismos que permiten las diversas articulaciones, músculos y tendones que conforman el complejo del hombro.
Revisión anatómica:
El hombro lo conforman tres huesos: el húmero, el omóplato o escápula y la clavícula. La principal unión articular que produce los movimientos del hombro la forman el húmero y la escápula: articulación glenohumeral.
La otra articulación relevante en el movimiento del complejo articular del hombro es la articulación acromioclavicular, puesto que, a pesar de realizar pequeños movimientos de deslizamiento en todos los planos, intervienen y favorecen toda la movilidad del hombro en su conjunto y de la glenohumeral en particular.
El conjunto de músculos y sus tendones que recubren la cabeza humeral y la mantienen adherida a la escápula es lo que denominamos como MANGUITO ROTADOR. Al mismo tiempo, encontramos pequeños sacos lubricantes denominados bursa, que se sitúan entre el hueso y el manguito rotador para permitir el deslizamiento libre de los tendones al realizar los movimientos.
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Lesiones más frecuentes:
Podemos encontrar dolor e impotencia funcional del hombro como resultado de:
– Tendinopatía: uno o varios tendones que conforman el manguito rotador sufre irritación o deterioro, generalmente a causa de sobreuso por realización de movimientos repetitivos.
– Bursitis: la bursa puede inflamarse, contener más líquido, a causa generalmente de presión o fricción excesiva.
– Compresión (impingement): al realizar movimientos de elevación del brazo, generalmente por encima de la altura del hombro (90º), se reduce el espacio entre el acromion y el manguito rotador pudiendo comprimir los tendones o la bursa y generar dolor y normalmente la imposibilidad de seguir elevando el brazo.
Causas:
Como hemos explicado en el apartado anterior, la causa principal son los movimientos del hombro por encima de 90º. Deportes de raqueta, balonmano, voleibol, natación, ejercicios con pesas; actividades como la pintura, la construcción o el bricolaje, la limpieza de zonas elevadas o ventanales son susceptibles de producir este tipo de lesiones del manguito rotador.
No obstante, en ocasiones puede ser el resultado de una lesión menor o sin causa aparente.
Sintomatología:
Encontraremos habitualmente dolor e impotencia funcional al intentar elevar el brazo, y/o al descenderlo desde una posición elevada, así como al presionar la región anterior del hombro. Los síntomas iniciales pueden ser leves:
– Dolor leve a los movimientos y en reposo.
– Dolor reflejo desde la parte frontal del hombro hacia la parte lateral del brazo.
– Dolor más intenso a la realización de movimientos con levantamiento de cargas.
– Gestos deportivos con elevación importante del brazo: saque de tenis, lanzamiento en balonmano, remate de voleibol…
Si no se realiza un tratamiento temprano adecuado, estos síntomas son susceptibles de empeorar:
– Dolor durante la noche.
– Disminución o pérdida de la fuerza y el movimiento del brazo.
– Dificultad para realizar gestos con el brazo detrás de la espalda, como abrocharse un sujetador o subir un cierre.
Diagnóstico por imagen:
Las radiografías, al no mostrar las partes blandas, no son útiles cuando existe una sospecha de lesión del manguito rotador. Las técnicas de imagen que pueden ayudar al diagnóstico son la ecografía y la resonancia magnética.
Tratamiento:
El fisioterapeuta es el profesional que mejor puede evaluar, orientar y planificar el tratamiento de este tipo de lesiones, puesto que, generalmente, la base de la recuperación lo encontramos en la terapia física que conducirá al restablecimiento del rango normal de movilidad, liberación del espacio subacromial, programa de ejercicios recomendados, etc.
También si el problema ha trascendido a una intervención quirúrgica, será necesaria una rehabilitación adecuada para recuperar todo el rango de movimiento, la fuerza muscular, evitar posibles adherencias y eliminar completamente el dolor. El periodo habitual es de entre 2 y 4 meses.
Recomendación:
Desde Fisioterapia Marítim recomendamos acudir a su fisioterapeuta de confianza tan pronto se detecten algunos de los síntomas explicados anteriormente, para una correcta exploración y diagnóstico, con tal de reestablecer la normalidad lo antes posible y evitar el empeoramiento de la lesión.
Fdo: Rubén Guijarro. Fisiotarapeuta de Fisiotarapia Marítim – Lirios Dueñas.