DIETAS MILAGRO Y MITOS DE LA ALIMENTACIÓN VS ALIMENTACIÓN SALUDABLE EQUILIBRADA
¿Quién no ha oído alguna vez decir que en una dieta hipocalórica no se deben de comer hidratos de carbono, que el agua durante las comidas engorda, que la fruta después de las comidas engorda…? Son ejemplos de un sinfín de sentencias falsas e infundadas.
Cuando las personas toman consciencia de que tienen un sobrepeso, en general, el deseo es perder esos kilos de más lo más rápido posible y se corre el riesgo de acogerse a la dieta de moda que circula por trasmisión popular (porque a mi amiga le funciona) o por internet, por lo que nos ponemos manos a la obra eliminando aquellos alimentos que nos dicen que no podemos tomar, haciendo malabarismos para separar alimentos en cada comida o tomando ese “captador de grasas” que dice que comiendo lo mismo voy a adelgazar. Pero, ¿qué pasa cuando se dejan estas dietas o productos?. Pues que el milagro se ha producido mientras se llevaba a cabo dicha dieta pero después se vuelve a comer como antes y llega el indeseado efecto yo-yó.
Cuando existe un sobrepeso se debe valorar y estudiar cuáles son los hábitos alimentarios y de vida de la persona, qué alimentos y que cantidad de ellos forman parte de su dieta y proponer objetivos realistas a corto plazo para conseguir el resultado esperado y duradero a largo plazo siempre siguiendo las pautas de una dieta equilibrada saludable (porque puede ser equilibrada pero no saludable, pero este es otro tema a tratar a parte).
En una dieta hipocalórica el objetivo principal es perder peso, pero al mismo tiempo la dieta debe “educar” para no volver a las conductas de alimentación erróneas que llevaron al exceso de peso. Manteniendo una dieta equilibrada saludable conseguiremos a largo plazo mantener un peso adecuado sin volver a recuperar los kilos perdidos, porque a largo plazo el peso se estabiliza donde mayor tiempo ha estado con lo cual evitaremos tener que volver a preocuparnos del peso.
La sucesión de varios ciclos de pérdida-aumento de peso durante la vida a base de dietas restrictivas, desequilibradas o excluyendo algún nutriente de la dieta tiene como consecuencia una desmotivación en la persona, sensación de fracaso e impotencia al ver que nada de lo que se hace para perder peso tiene resultados a largo plazo, además del indeseado efecto yo-yó.
“Una dieta equilibrada y suficiente es la que se construye con todos los nutrientes necesarios para un correcto funcionamiento de nuestro organismo, y que también permite la prevención de enfermedades.”
Gloria Ortí Granell
Psicóloga y Técnico Superior en Dietética (Psiconutrición)