Un estilo de vida saludable podría reducir en más de un 50% el riesgo de sufrir un ictus entre la población femenina, de acuerdo con el nuevo estudio publicado en la revista Neurology.Cada año, 795.000 personas sufren ictus en los EE.UU. Es la cuarta principal causa de muerte, falleciendo alrededor de 130.000 ciudadanos norteamericanos cada año
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Las participantes completaron un cuestionario de 350 puntos sobre su dieta y hábitos de vida como base del estudio. Todas estas mujeres estaban libres de cáncer y enfermedades cardiovasculares.Tras 10 años de seguimiento, el equipo investigador vio como los siguientes 5 factores correspondientes a un saludable estilo de vida influían en el riesgo de las mujeres de sufrir ictus:
– Alimentación sana (definida situando a la persona en el 50% superior de una tabla con puntuación de alimentos recomendables, evaluando con qué frecuencia consumen fruta, verdura y productos lácteos bajos en grasa).
– No fumar.
– Consumo de alcohol moderado (de 3 a 9 consumiciones por semana).
– Ejercicio físico regular (andar o bicicleta por un mínimo de 40 minutos al día, sumado a un ejercicio más intenso durante al menos 1 hora a la semana).
– Adecuado índice de masa corporal (IMC, porcentaje de grasa corporal), definido por debajo del 25%.El estudio encontró que tan solo 589 mujeres siguieron los 5 factores descritos anteriormente, mientras que 1.535 mujeres no siguió ninguno de ellos. Las participantes restantes siguieron dos o tres de estos factores de salud. |
El seguimiento de los cinco factores de hábitos saludables redujo por completo el riesgo de ictus en un 54%
Durante la fase de seguimiento, se produjeron 1.554 casos de ictus. Estos incluían 1.115 infartos cerebrales (ictus por isquemia, que sucede en el 80-85% de todos los ictus), 246 ictus hemorrágicos y 153 ictus inespecíficos.
Se observó que las mujeres que siguieron los 5 factores de salud estaban en un 54% más bajo de riesgo total de sufrir ictus y en un 62% más bajo de riesgo de infarto cerebral, comparado con aquellas que no habían seguido ninguno de los factores.
El riesgo total (no sufrir ictus en ninguno de sus tipos) y el riesgo de infarto cerebral, no obstante, se reduce con cada factor adicional de hábito saludable seguido.
No se encontró ninguna relación entre seguir los cinco factores y los ictus hemorrágicos.
Comentando los resultados del estudio, una de las investigadoras, la Dra. Susanna C. Larsson, del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia), dice:
“Debido a que las consecuencias de un ictus son usualmente devastadoras e irreversibles, la prevención es de gran importancia. Estos resultados son esperanzadores porque indican que una alimentación y un estilo de vida saludable pueden reducir sustancialmente el riesgo de sufrir un ictus, y son elecciones de hábitos que la gente puede hacer o mejorar”.
Otros estudios recientes, publicados por Medical News Today, apuntaban que los alimentos ricos en potasio podían reducir también el riesgo de ictus en mujeres de edad avanzada, mientras que un estudio de 2013 hacía lo propio con el hábito de caminar durante 3 horas a la semana.
Fdo: Rubén Guijarro. Fisioterapeuta de Fisioterapia Marítim – Lirios Dueñas.
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