Todos coincidimos en que unos buenos tacones estilizan la figura femenina, pero….esto pasa factura a la musculatura y articulaciones. A qué zonas de nuestro cuerpo afecta y en qué medida?
Pies
Al llevar tacones, el peso del cuerpo recae en el antepié en vez de repartirse en el resto de la planta del pie, dando lugar a dolores en esta zona (metatarsalgias, neuroma de Morton), aparición de durezas y callos y probabilidad de deformación ósea en los dedos (juanetes).
Tobillos
Debido a la inestabilidad que provoca el andar sobre los tacones, hay una mayor probabilidad de padecer esguinces de tobillo.
Musculatura posterior de la pierna
Con el uso continuado de tacones, toda la parte posterior de la pierna tiende a acortarse, en especial el tríceps sural (gemelos y sóleo). Incluso se especula que el llevar prolongadamente tacones puede provocar varices.
Pelvis
Al llevar tacones, la pelvis (vulgarmente llamada “caderas”) rueda hacia delante (anteversión), provocando un desplazamiento de las cargas en el cuerpo y acortando la musculatura de la zona lumbar.
Lumbares
Se aumenta la curva natural de la zona lumbar (lordosis). Esto a la larga puede provocar dolor lumbar y artrosis.
Desde la fisioterapia recomendamos llevar un calzado cómodo y ancho, con un tacón o cuña de unos 2cms, ya que el llevar zapatos totalmente planos, tipo manoletinas, tampoco es aconsejable para el pie.
¿Qué podemos hacer para paliar los efectos negativos de los tacones?
1) Estiramientos de gemelo: durante 30-60 segundos, podemos hacerlo también en un escalón para potenciar el efecto.
2) Estiramiento del sóleo: consiste en hacer lo mismo que en el anterior, pero manteniendo la rodilla flexionada en vez de extendida. También podemos hacerlo en un escalón.
3) Estiramiento de la cadena posterior del cuerpo: lumbares, isquiotibiales, gemelos.

4) Propiocepción de tobillo: hacer ejercicios de estabilidad a la pata coja, durante unos 20-30 segundos con cada tobillo.

Irene Estébanez
Fisioterapeuta col. 588 y Osteópata C.O.
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