DOLOR CRÓNICO
DOLOR CRÓNICO | ||||
El dolor en alguna parte del cuerpo es el motivo principal por el que acudís normalmente a nuestra consulta. En ocasiones el motivo del dolor está muy claro, una torsión de tobillo que ha provocado un esguince, un día de mudanza que nos ha ocasionado dolor lumbar, etc. En este caso hablamos de dolor agudo, desaparece cuando se resuelve el daño en el tejido implicado, la cicatrización del ligamento en el caso del esguince, la desaparición de la contractura en el caso del dolor lumbar por sobreesfuerzo… |
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En cambio, muchas veces se presenta un dolor de mucho tiempo de evolución, más de cuatro meses, en este caso hablamos de dolor crónico o persistente. En este tipo de dolor el tejido parece estar restaurado y en cambio sigue doliendo, ¿por qué? |
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Para poder entender mejor qué pasa en nuestro cuerpo cuando sigue doliendo algo a pesar del tiempo transcurrido, del tratamiento del fisioterapeuta, de los analgésicos, etc, vamos a definir primero qué es el dolor y qué es el dolor crónico. La IASP (International Association for the Study of Pain) define el dolor como una experiencia desagradable sensitiva y emocional asociada a un daño real o potencial de los tejidos, siendo los desencadenantes nocioceptivos, cognitivos o emocionales. Hablamos de dolor crónico cuando el dolor perdura en el tiempo más de unos cuatro meses aunque la causa originaria del dolor haya desaparecido, debido a cambios producidos en el sistema nervioso central (SNC) por una sensibilización central, de éste y otros términos como la neuroplasticidad hablaremos en próximos artículos. |
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Como vemos en esta definición el dolor no tiene sólo un componente físico, sino que en él influyen aspectos relacionados con nuestras creencias, nuestra memoria del dolor, nuestro entorno y nuestras emociones. Por lo tanto el abordaje del tratamiento del dolor, aparte de luchar contra el daño en los tejidos y su recuperación, debe tener en cuenta todos los factores que interfieren en el dolor. Este tipo de enfoque de tratamiento se conoce como “modelo bio-psico-social” y se enfrenta al modelo “pato-anatómico” el cuál sólo tiene en cuenta el daño en los tejidos para explicar el dolor. Simplemente con este cambio en el abordaje del dolor crónico empezamos a ver un atisbo de esperanza en la curación, tanto para nosotros, los profesionales de la salud, como para vosotros, los pacientes que padecéis dolor desde hace meses e incluso años. Se puede hacer algo para solucionar este cuadro, crónico no quiere decir sin curación, pero tenemos que enfrentarnos al dolor de manera activa y bajo el marco de un equipo multidisciplinar, médicos, fisioterapeutas, psicólogos… |
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En el dolor crónico el dolor deja de ser un signo de patología para pasar a ser la patología en sí. Es decir, la función del dolor es alertarnos de que algo va mal, volvemos al caso del esguince, mi dolor me avisa de que algo está pasando en mi pie. En este caso el dolor me protege y me avisa: es un signo. Cuando nuestro cerebro es el que produce dolor de forma patológica (duele sin que sea un signo de alarma o sin que haya un daño real en los tejidos) el dolor se convierte en enfermedad y como muchos sabréis acaba afectando a diferentes áreas de nuestro día a día, el trabajo, el estado emocional, las relaciones personales, la actividad física, etc.
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Desde fisioterapia Marítim os iremos dando más información sobre este tema, así como consejos y estrategias para que poco a poco el dolor desaparezca (pedagogía del dolor). Mientras tanto os dejamos un vídeo muy ilustrativo sobre el dolor crónico y cómo hacerle frente. |
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Fdo: Lourdes Fernández Pena, fisioterapeuta en la clinica de Fisioterapia Marítim. |